Fiesta del Almendro en flor
46 AÑOS DEL ALMENDRO
Por Horacio Concepción García
La Fiesta del Almendro celebra en este año de 2023 su cuadragésima sexta edición ininterrumpida, desde 1977, primer año de su celebración, tras haber sido declarada Fiesta de Interés Turístico de Canarias, por Orden de 4 de agosto de 2022, emitida por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio. Visitar Puntagorda durante la Fiesta del Almendro es algo inolvidable que siempre perdurará en el recuerdo. Se reviven tradiciones y se revaloriza uno de los bienes más hermosos en el presente, y productivos del municipio en el pasado, cual es el almendrero.
La esencia de esta festividad fue rendir culto al almendro o almendrero, además de conseguir una importante repercusión económica y social para el municipio, que, con el paso del tiempo, han generado un valor turístico añadido muy importante. Para ello se recurrió a la creación de un festejo con unas características propias, en un periodo de grandes precariedades económicas y cambios muy convulsos en la sociedad, fuera del marco de las hasta entonces únicas fiestas populares religiosas del municipio en honor a san Mauro. Entre otros aspectos interesantes, de la Fiesta del Almendro, figuraba en sus orígenes el llamado «proceso», con cuya contemplación se iba acompañando, paso a paso, el camino del preciado fruto hasta su culminación en los famosos almendrados o los exquisitos bienmesabes.
Entre los años 1970-79 fue alcalde del municipio Nazario Víctor Rodríguez Reverón, nacido el 28/07/1924, natural de El Paso, quien falleció en 2015 con 91 años. Nazario Rodríguez Reverón quedó huérfano a la edad de 6 años y a los 7 se trasladó a Puntagorda, donde posteriormente trabajaría como medianero en una finca y además de guarda jurado. Rodríguez Reverón se casó en 1952 y tuvo cuatro hijos. En 1953 emigró a Venezuela para retornar en 1957 y montó una pequeña industria energética y una molina. En 1968 se fue a Inglaterra para regresar en 1970, y en 1972 sufrió un infarto cerebral. En 1974 se electrificó Puntagorda y Rodríguez Reverón empezó a trabajar en la empresa Unelco. Nazario Rodríguez Reverón es el creador de esta festividad que se ha celebrado sin interrupción hasta la actualidad, el cual manifestaba ya, desde 1978, la conveniencia de declarar tal evento como Bien de Interés Turístico debido a la popularidad y gran éxito que alcanzó en la Isla desde sus inicios: «Resultó que fue un éxito desde la primera vez y siguió la Fiesta del Almendro en Flor, yo mismo me asuste cuando el primer día de la Fiesta del Almendro en Flor cuando yo vi tanta gente [Rodríguez Reverón]».
«Instaurada en esta localidad la Fiesta del Almendro en Flor, el año pasado, la cual tuvo un resonado éxito y, queriendo en el presente darle un mayor realce, llegando a declararla de Interés Turístico si la misma adquiere mayor importancia cada año, por el presente me permito dirigirme a V.I. solicitando la colaboración de esa Excma. Mancomunidad Provincial Interinsular, al mismo tiempo que traslado a esa Excma. Corporación la invitación para asistir a los actos que se celebrarán con tal motivo en este pueblo de Puntagorda, no pudiendo fijar la fecha exacta por depender de la floración del almendro, aunque se estima que pueda tener lugar entre el 28 de enero y el 12 de febrero [Puntagorda, 02/01/1978; Nazario Rodríguez Reverón]».
Pero además de Nazario Rodríguez Reverón hubo otros impulsores para la creación de este evento, tal como fue el Delegado del Gobierno en la isla de La Palma, Manuel Bethencourt Morales, el cual alentó al alcalde Rodríguez Reverón para la instauración de esta celebración. Manuel Bethencourt Morales, natural de Fuerteventura, arribó a La Palma, en 1971, como teniente coronel de infantería del batallón El Fuerte, en Breña Baja. En 1973, se incorporó a la Delegación del Gobierno, en su sede de Santa Cruz de La Palma. Desempeñó el cargo de delegado del gobierno hasta mayo de 1978. Falleció en su isla natal de Fuerteventura, Puerto del Rosario, a finales de 1995, cuando contaba 79 años de edad. Bethencourt Morales, hombre apasionado por la etnografía, realizó un inventario sobre el estado de conservación de los molinos de viento de La Palma publicando en prensa varios artículos; y además, desarrolló diferentes temas y propuestas; entre ellas el acondicionamiento de Las Maretas de la Villa de Mazo. Manuel Bethencourt Morales: «hombre ejemplar e inquieto», fue fundamental para poner en marcha una fiesta que ya llevaba gestándose años atrás y por sugerencia suya se estableció la hoy reconocida Fiesta del Almendro de Puntagorda.
Asimismo debemos mencionar a Domingo Acosta Pérez, apasionado del periodismo y del paisaje palmero, quien con su pluma alentó también para la creación de la Fiesta del Almendro. Domingo Acosta Pérez nació en la Villa de Breña Alta, el 22 de agosto de 1919, y trabajó en el Diario de Avisos, decano de la prensa en Canarias, permaneciendo como su principal redactor durante muchos años. Además, fue corresponsal de otros periódicos del Archipiélago, como: El Eco de Canarias, La Tarde, El Día, así como del madrileño diario Ya, aparte de corresponsal de Radio Nacional de España y Televisión Española. Acosta Pérez fue un extraordinario conocedor de los campos de la Isla y un peregrino incansable de todo el territorio insular.
No debemos dejar de citar al poeta palmero Manuel Plata Bejeque, quien participó de manera ininterrumpida más de 40 años en la Fiesta del Almendro.
«Ya están al borde de la floración, con permiso de los corceles del viento. Hay en estos árboles de progenie oriental, sinfonía de yemas, regazo a su vez, del cáliz de flores delicadas. Sinfonía de almendros, especialmente concentrados, en los municipios de Puntagorda, Tijarafe, El Paso y Garafía. Se alzan en convivencia con las vides, las higueras, los dragos, los manzanos y los pinos, en el norte, de recortadas ramas y figura monástica. A últimos del presente mes o principios del próximo, habrá ofrenda floral. Literalmente pondrán su nota cándida en las laderas de los barrancos, maestros en ecos. Subirá a las alturas, incluso por encima de los mil metros. Cercará las casonas de recia prosapia. Bordeará los caminos retorcidos y pinos, a veces con pavimento de piedra morena. Es un espectáculo increíble y de fábula. Una delicia seguir la con justicia, denominada ruta de los almendros. Y asistir a la fiesta, que desde hace poco, se celebra en Puntagorda. Unos árboles, en parte asolados por el voraz incendio de 1.975, y hasta recuperados. Surgidos, prácticamente de las cenizas. En ocasiones de los troncos enlutados [Domingo Acosta Pérez, El Eco de Canarias, 13/12/1979]».
La realización de este festejo fue cambiando de emplazamiento a lo largo de su historia; en una ocasión se celebró en la Montaña de Miraflores, acto al que acudieron personajes de relevancia de la época dentro del mundo de la poseía a nivel regional, dentro de los cuales se encontraban los anteriormente mencionados Domingo Acosta Pérez y Manuel Plata Bejeque.
La Fiesta del Almendro es uno de los modos por los que las y los puntagorderos reivindican la continuidad y evolución de sus hábitos y costumbres. La historia de esta fiesta ha proporcionado aportaciones significativas para valorar nuestro patrimonio, promoviendo bajo una mirada hacia el pasado, la posibilidad de que se mantengan algunas prácticas tradicionales que si no hubieran desaparecido, por lo cual ha merecido la declaración de Fiesta de Interés Turístico de Canarias.


